Alumnado con y sin discapacidad involucra a sus barrios en un corto a favor de la inclusión
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- El colegio de Educación Especial Alborada y el de Primaria y Secundaria Puerta de Sancho de Zaragoza participan junto a Plena inclusión Aragón en una producción audiovisual que pretende mostrar al mundo los buenos resultados que se obtienen cuando se dejan atrás las barreras y prejuicios, y los niños y niñas participan juntos, al margen de sus capacidades
¿Cómo sería un barrio realmente inclusivo? Sería un lugar donde niños y niñas con y sin discapacidad intelectual, estuviesen o no en situación de exclusión social, irían a clase y jugarían juntos en la calle. Sería un espacio donde los menores, junto a sus familias, profesionales y vecinos, se sentarían a pensar qué barrio quieren construir, tejerían redes de encuentro y apoyo mutuo, y de esta unión obtendrían logros.
¿Se puede contar todo esto en un cortometraje? En Plena inclusión Aragón están convencidos de que sí, y ya han comenzado a hacerlo realidad. La asociación, junto a los colegios de Educación Infantil y Primaria Puerta de Sancho y de Educación Especial Alborada de Zaragoza, está inmersa en la producción de un corto audiovisual, con el respaldo del ayuntamiento de la capital aragonesa. Su realización es posible gracias a la colaboración de cuatro alumnos del CPA Saludie.
Con la motivación de facilitar a la ciudadanía la inclusión y la accesibilidad en la programación cultural de la capital aragonesa, Plena inclusión Aragón ha involucrado al alumnado con y sin discapacidad intelectual de ambos centros educativos en el proyecto Inbarrio. Esta iniciativa no solo está facilitando que doce niños puedan acercarse a las artes audiovisuales, sino también disfrutar de forma conjunta e inclusiva de clases de interpretación, así como de la elaboración de un guion y la realización de un corto, que tratará acerca de la educación inclusiva y la vida en comunidad.
La encarga de impartir la formación a los pequeños actores y actrices es María de Rada, que además de intérprete es periodista, guionista y directora de cine. Esta polifacética creadora aragonesa ha planteado al alumnado de ambos colegios dinámicas creativas y juegos de desinhibición y de rol para que llegue al rodaje con la lección bien aprendida.
Y, a finales de noviembre, los estudiantes del Puerta de Sancho y el Alborada se encontraron por primera vez tras estas sesiones. Fue en un primer taller grupal, al que seguirán otros, donde ensayarán las escenas que integrarán la pieza audiovisual, que está previsto lanzar al público a lo largo del primer trimestre del próximo año.
No era la primera vez que se veían las caras, aunque sí en persona. Ya se habían conocido la semana anterior a través de una serie de viñetas donde, además de presentarse por su nombre, contaban sus habilidades y aficiones. Por ejemplo, a Lucía, del colegio Alborada, le gusta hacer sopas de letras y ayudar a los demás. Para Mateo, del Puerta de Sancho, lo suyo es jugar al rugbi y pasar el rato con sus amigos.
En adelante, niños y niñas, docentes y familiares comenzarán a adentrarse en el guion, sus personajes y la trama de una historia con la que se pretende mostrar al mundo que la presencia, participación y obtención de logros de todo el alumnado es posible, más allá de sus necesidades particulares. Y que, con los medios y apoyos necesarios, la inclusión en la comunidad, en los barrios, es una utopía alcanzable.