El 3 de diciembre es el Día
de las Personas con Discapacidad.
Es una fecha para
celebrar y reivindicar.
En los últimos años,
el movimiento asociativo
ha conseguido grandes logros para la vida
de las personas con discapacidad
intelectual y sus familias.
Desde Plena inclusión,
elegimos 5 hitos o logros para celebrar
y 5 retos que nos quedan
por conseguir.
Con motivo del Día de la Discapacidad,
y durante todo el mes de diciembre,
hablaremos sobre ellos.
Hitos
- El 2% de las plazas
de empleo público para personas
con discapacidad intelectual. - Recuperación del derecho al voto.
- Se prohíbe la esterilización forzada.
- Se elimina la incapacitación judicial.
- Nace la Plataforma Estatal
de Representantes de Personas
con Discapacidad Intelectual.
Retos
- Las leyes deben incluir de forma clara
la accesibilidad cognitiva. - Extender la figura
de la asistencia personal. - Asegurar que haya personas facilitadoras
en procesos judiciales. - Apostar por la educación inclusiva.
- Cambiar en la Constitución
la palabra «disminuidos»
por «personas con discapacidad».
3 de diciembre: Hitos y retos del movimiento de la discapacidad intelectual
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El próximo viernes, 3 de diciembre, se celebra el Día de las Personas con Discapacidad, una fecha para celebrar y reivindicar. Plena inclusión Aragón, junto al resto del movimiento asociativo de Plena inclusión, que lucha por los derechos de casi 300.000 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo (TEA, síndrome de Down y parálisis cerebral) y sus familias, se une al resto del movimiento de la discapacidad, con el CERMI a la cabeza, para recordar la importancia de la inclusión en la semana de la discapacidad.
Plena inclusión España y sus federaciones autonómicas quieren celebrar los avances conseguidos en la última década para las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo. Pero, lejos de la autocomplacencia, estos logros animan a sus más de 900 entidades, 40 de ellas en Aragón, a perseguir nuevas metas. Por ello, durante estos días, están difundiendo en redes sociales una campaña que, bajo el eslogan ‘Hitos y Retos’, pone de relieve cinco logros legislativos y asociativos junto a cinco reivindicaciones pendientes de alcanzar que se refieren a derechos fundamentales de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo.
El movimiento asociativo de la discapacidad intelectual ha conseguido a lo largo de los últimos años que varios de los cambios legislativos que venían siendo reclamados desde hace décadas por el colectivo en España se hayan hecho realidad. La fuerza de la unidad en la reivindicación ha dado grandes resultados.
Las propias personas con discapacidad intelectual y del desarrollo son ahora protagonistas de sus demandas, gracias al empeño puesto por Plena inclusión a través del proyecto ‘El Poder de las Personas’, que ha derivado en la creación de la primera plataforma estatal integrada exclusivamente por personas pertenecientes a este colectivo. Un hito que ya tenía un precedente autonómico, la asociación Los que no se rinden, impulsada por Plena inclusión Aragón en el año 2015.
Otro de los hitos logrados en la última década ha sido la reforma legal que estableció la obligatoriedad de que las administraciones públicas reserven el 2% de las plazas para personas con discapacidad intelectual en sus convocatorias de empleo público. La recuperación del derecho al voto, la prohibición de la esterilización forzada y el fin de la incapacitación judicial total y su sustitución por un nuevo sistema de apoyos personalizados completan las principales conquistas de este movimiento asociativo.
Pero no todo es ideal. Hay que reconocer el camino recorrido, aunque quedan derechos fundamentales que no están garantizados para las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo. Por ejemplo, que la justicia sea accesible, generalizando los juicios con ajustes razonables y la figura del facilitador judicial; o que la accesibilidad cognitiva sea reconocida como un derecho fundamental dentro de la Ley de Discapacidad.
La paridad de personas con y sin discapacidad en órganos de gobierno en las asociaciones o la insuficiente financiación pública a las entidades de Plena inclusión son algunos de los retos que el movimiento asociativo tiene por delante, junto al avance hacia la educación inclusiva, el desarrollo de la figura de asistente personal o el cambio en la Constitución de la palabra «disminuidos» por «personas con discapacidad», dignificando al colectivo.
Todo ello, sin perder de vista uno de los mayores escollos que todavía hoy obstaculizan la inclusión real de las personas con discapacidad intelectual en la sociedad: sus dificultades para acceder a un empleo normalizado. Por ello, se insiste en la necesidad de que las administraciones públicas garanticen sus procesos de selección para las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, ya que solo un 20% de ellas accede al mercado de trabajo.