El CEIP Ramiro Soláns es finalista para unirse a la red de Escuelas Changemaker de Ashoka
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El CEIP Ramiro Soláns de Zaragoza, colaborador de la red de educación inclusiva de Plena inclusión Aragón, es una de las escuelas más innovadoras y pioneras de España. Se trata una de las ocho aspirantes a unirse al equipo de Escuelas Changemaker de Ashoka, de la que ya forman parte doce centros distribuidos por toda la geografía nacional –entre ellos, el colegio Ramón y Cajal de Alpartir, que también participa en nuestra red-, y más de 330 en el mundo. Son escuelas con una visión transformadora de la educación que promueven un cambio de paradigma en la forma de aprender y enseñar.
Los próximos lunes y martes, 26 y 27 de octubre, de 17.00 a 18.30 horas, se celebrará online el Panel de Escuelas Changemaker, en el que las ocho candidatas presentarán su metodología y apuesta pedagógica ante un equipo de expertos de primer nivel. Ashoka retoma así la convocatoria que tuvo que suspenderse en marzo por la declaración del estado de alarma.
Elegir a estas escuelas pioneras para que se sumen a la Comunidad Educativa de Ashoka ha sido un minucioso proceso. Gracias a más de 80 expertos en el ámbito educativo y más de 200 nominadores, se ha identificado entre más de 350 candidaturas a estas ocho escuelas públicas (de Infantil y Primaria, Secundaria y/o Formación Profesional). Estas finalistas han pasado un proceso de evaluación a lo largo de más de diez meses, en los que han sido analizadas interna y externamente, hasta llegar a este panel en el que un diverso grupo de expertos validará su incorporación a la red.
Las Escuelas Transformadoras de Ashoka brindan un entorno que permite a los estudiantes crecer como agentes de cambio: niños y jóvenes con las capacidades y la confianza para cambiar el mundo para el bien de todos. Aprenden habilidades esenciales como la empatía, la creatividad, el liderazgo y el trabajo en equipo para que puedan prosperar en el mundo moderno y encontrar soluciones a los problemas más complejos.
El CEIP Ramiro Soláns de Zaragoza es finalista por su magnífica labor en la inclusión social y educativa de su alumnado, procedente en su mayoría de entornos vulnerables. Lejos de ser un colegio gueto, es un ejemplo de articulación de una comunidad educativa donde cada persona se siente valorada, cuidada y querida. Esta escuela, y toda la comunidad, están perfectamente integradas en su entorno más inmediato, en la vida del barrio y de las familias.