Desde Plena inclusión España
se destaca la importancia de
la reforma del artículo 49 de
la Constitución que se vota mañana
en el Congreso de los Diputados.
Para Carmen Laucirica, presidenta
de Plena inclusión España, se trata de
una medida «que atiende a nuestra
reivindicación histórica y que aporta
mayor coherencia y dignidad
al texto de la Carta Magna”.
Para Santiago Villanueva, presidente de Plena inclusión Aragón, la reforma «dignifica la forma en la que miramos a las personas con discapacidad, pasando de un punto de vista médico asistencial a hacerlo desde los derechos humanos”.
“Necesitamos también cambios
en nuestro día a día para superar
las barreras que nos sigue poniendo esta sociedad”, recuerda Maribel Cáceres, vicepresidenta de Plena inclusión España y miembro de la Plataforma Estatal de Representantes de Personas con Discapacidad Intelectual y del Desarrollo.
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- Este jueves, el Congreso de los Diputados refrendará la reforma del artículo 49 que dejará de hablar de “disminuidos” para empezar a hacerlo de “personas con discapacidad”
- El movimiento asociativo de Plena inclusión ve este acuerdo político sin precedentes como una oportunidad para mejorar la vida de las aproximadamente 400.000 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que residen en España
- Santiago Villanueva, presidente de Plena inclusión Aragón, considera que esta reforma es “fundamental”, pero espera que la repercusión social de este hito no oculte otras dificultades que afronta el colectivo, como el sobrecoste que tienen que asumir las familias de las personas con discapacidad, o la infrafinanciación de las entidades que les prestan apoyos y servicios
Madrid / Zaragoza, 17 de enero de 2024.- El movimiento asociativo de Plena inclusión entiende que la magnífica noticia de la reforma del artículo 49 de la Constitución debe ser un impulso para avanzar en el desarrollo de los derechos de las más de 400.000 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que viven hoy en España. Para la presidenta de la confederación de Plena inclusión España, Carmen Laucirica, que es hermana y madre de dos personas con discapacidad intelectual, esta decisión, que ha sido apoyada por la mayoría del Parlamento, demuestra cómo la discapacidad es capaz de generar consenso social. Laucirica coincide con el CERMI y el resto de las organizaciones de la discapacidad en subrayar la satisfacción que produce “una medida que atiende a nuestra reivindicación histórica y que aporta mayor coherencia y dignidad al texto de la Carta Magna”.
Un cambio que, para el presidente de Plena inclusión Aragón, Santiago Villanueva, quien también es padre de un hombre con discapacidad intelectual, la reforma constitucional que se aprobará mañana supone “un avance histórico y un hito que nuestro movimiento asociativo llevaba dos décadas reivindicando. Es una deuda que nuestra sociedad tenía con las personas con discapacidad, que llega con varios lustros de retraso. Dignifica la forma en la que las miramos, pasando de un punto de vista médico asistencial a hacerlo desde los derechos humanos”.
Villanueva incide en que la nueva redacción del texto “señala la obligación de los poderes públicos de garantizar la plena autonomía y la inclusión social de estas personas, respetando su libertad de elección y sus preferencias. Es decir, pone el foco en sus derechos: las personas con discapacidad son ciudadanas de pleno derecho y tienen que poder tomar sus propias decisiones, sin que nadie las tome por ellas.
Sin embargo, desde Plena inclusión se manifiesta el deseo de que los gestos se acompañen con hechos. “Necesitamos también cambios en nuestro día a día para superar las barreras que nos sigue poniendo esta sociedad”, recuerda Maribel Cáceres, vicepresidenta de Plena inclusión España y miembro de la Plataforma Estatal de Representantes de Personas con Discapacidad Intelectual y del Desarrollo.
En este sentido, Santiago Villanueva expresa su temor a que esta modificación constitucional, aunque es “fundamental, puede ocultar el hecho de que quedan pendientes bastantes cuestiones. Sin ir más lejos, el encarecimiento del coste de la vida ha impactado de forma brutal en la vida diaria el colectivo de las personas con discapacidad intelectual y sus familias. Antes ya había una horquilla de un sobrecoste anual para estas familias de entre 26.000 y 46.000 euros, que en 2023 se ha visto incrementado en un 20%, con lo que el sobresfuerzo es todavía más importante”.
El alza de los precios, señala el presidente de Plena inclusión Aragón, también “está afectando de una manera clara a las entidades que prestan apoyos y servicios a estas personas y sus familias, sobre todo a aquellas que tienen plazas concertadas con la Administración, ya que estas se encuentran infrafinanciadas por debajo de su coste real, y ello impacta de manera negativa en la vida” de uno de los colectivos más vulnerables de la sociedad.
La confederación estatal de Plena inclusión, que apoya a más de 150.000 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo (parálisis cerebral, autismo y síndrome de Down, entre otros), unas 4.500 en Aragón, sostiene que “la Constitución asume un lenguaje inclusivo que debe ir acompañado de más políticas públicas en apoyo a las personas con discapacidad intelectual y sus familias”.
Desde Plena inclusión se recuerda que, pese a los significativos avances conseguidos en los últimos años, todavía hay derechos fundamentales como: la educación, el empleo, el acceso a la tecnología o a la vivienda, que no son iguales para todas las personas. “Nos comprometemos a luchar para conseguirlos, pero también a seguir colaborando con las administraciones públicas y los poderes del Estado para que más pronto que tarde, este sueño de plena inclusión sea un nuevo logro de una sociedad tan generosa como la española”.
Plena inclusión España empezó a existir 14 años antes de que se aprobara la Constitución Española. Fundada hace seis décadas, esta confederación que empezó con 10 asociaciones y que en 2024 cuenta con 950, también ha evolucionado al ritmo de la sociedad española. O, tal vez, al menos en el lenguaje, lo haya hecho un poco más rápido. De hecho, en 2016, su Asamblea decidió modificar el nombre FEAPS (que incluía referencias a palabras de otro tiempo) para adoptar la denominación más actual de Plena inclusión. Afortunadamente, aunque con algún retraso, mañana el Congreso de los Diputados también asumirá un cambio de terminología en el texto constitucional, sustituyendo en su artículo 49 el ofensivo “disminuidos”, por “personas con discapacidad”.