Es hora de aplicar las leyes para poder desarrollar cada proyecto de vida

Jesús Carlos Laiglesia, presidente del CERMI Aragón
Jesús Carlos Laiglesia, presidente del CERMI Aragón

En estos primeros meses que llevo al frente del Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad en Aragón (CERMI Aragón), desde que asumí su presidencia, me han preguntado en más de una ocasión que con qué ánimos afronto esta nueva responsabilidad institucional, que se ha venido a sumar a mi labor como vicepresidente primero de la Agrupación de Personas Sordas de Zaragoza y Aragón (ASZA). Ante esta pregunta, suelo responder que asumo con entusiasmo y responsabilidad el nuevo compromiso de presidir el CERMI-Aragón. Estoy decidido a trabajar arduamente para avanzar en la inclusión y defensa de los derechos de las personas con discapacidad en nuestra comunidad autónoma.

Decidí dar este paso porque creo firmemente en la importancia de promover la inclusión y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Mi compromiso con esta causa, y mi deseo de contribuir a un cambio positivo en nuestra comunidad, me impulsaron a asumir este reto.

En lo que respecta a mis principales objetivos o metas al frente de la organización, prefiero que primero trabajemos en lo que establecen las normativas vigentes, ya que sirvieron de base para la redacción, y su posterior aprobación en las Cortes de Aragón, de la ley de derechos y garantías para personas con discapacidad en Aragón, además de otras normativas que afectan de lleno a nuestro colectivo. Ahora estamos desarrollando todo el marco normativo para que la aplicación de los derechos sea efectiva. En este sentido, estamos haciendo el seguimiento de estos despliegues.

Por otro lado, el enfoque que, como presidente, me gustaría dar a todas las decisiones relevantes que se adopten en el seno del CERMI Aragón, se basa en la amplitud de los acuerdos. Creo firmemente que debemos consensuar, entre todas las entidades, las prioridades de las personas con discapacidad, para que podamos ser más eficientes en nuestro trabajo de interlocución con las administraciones públicas.

Tampoco hay que olvidar que, para determinar cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan en estos momentos las personas con discapacidad en Aragón y sus familias y, por lo tanto, cuáles son las posturas que nos va a tocar defender como organización representativa de todas ellas, el papel del CERMI Aragón es el de diagnosticar sus necesidades actuales. Solo escuchando a estas personas, y a las organizaciones que defienden sus intereses, podremos presentar de forma certera estas necesidades ante las administraciones públicas de nuestra comunidad autónoma, para que orienten sus políticas públicas en la dirección adecuada para que dichas necesidades queden cubiertas. Además, nos encargamos de vigilar el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad y no permitir ningún retroceso en este sentido.

Pero no solo nos tocará trabajar en pro de los intereses de las personas con discapacidad y sus familias. También lucharemos para defender las principales necesidades y subsanar las mayores carencias de las entidades aragonesas que atienden a los distintos tipos de discapacidad.

Lo cierto es que, durante la pandemia, la situación fue muy complicada en nuestras asociaciones y fundaciones. Lo fue en todas partes, debido a los gastos extra que asumimos y a otros asuntos que han afectado la sostenibilidad financiera de nuestras organizaciones. Por ello, el CERMI-Aragón intentará persuadir a las distintas autoridades locales y autonómicas para que adquieran un compromiso de cara a la promoción de políticas públicas que aborden las necesidades específicas de cada entidad.

En esta lucha por la defensa de los intereses de las entidades aragonesas de discapacidad, y de las personas y familias a las que apoyan y representan, la discapacidad intelectual y del desarrollo va a estar muy presente, como no podía ser de otra forma. Por ello, estoy convencido de que el CERMI Aragón y Plena inclusión Aragón trabajaremos codo con codo para mejorar la calidad de vida de estas personas, para paliar las necesidades del colectivo y para reivindicar sus derechos.

Así pues, estoy dispuesto a escuchar y colaborar activamente con las personas que representan a la discapacidad intelectual. De hecho, ya estamos colaborando en varios frentes de acción. Trabajamos de forma conjunta, junto a un grupo de trabajo conformado con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), sobre la financiación de las plazas concertadas para las residencias. Y, por otro lado, las Cortes de Aragón nos invitaron a comparecer, para así presentar las propuestas relacionadas con el proyecto de ley de modificación de la capacidad jurídica.

Pero, al margen de la discapacidad intelectual y del desarrollo, hay otros asuntos de actualidad que nos afectan por igual a todo el colectivo, al margen del tipo de discapacidad. Uno de los principales retos es hacer un seguimiento del cumplimiento tanto de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad como de la Ley de Derechos y Garantías para las Personas con Discapacidad, asegurando que se apliquen efectivamente. Dicha ley debe adaptarse a las necesidades particulares y cambiantes de las personas con discapacidad, con el objetivo de que podamos desarrollar, con garantías, nuestros proyectos de vida.

Además, es importante destacar que el término “disminuidos” se reformó y sustituido por personas con discapacidad en la Constitución Española.

Por último, una de las tareas más relevantes que desarrollaremos desde el CERMI Aragón en los próximos años será la participación en la comisión de seguimiento que ha puesto en marcha el Gobierno de Aragón para desarrollar la ley autonómica de discapacidad, que recoge las medidas que se van a implantar, de forma transversal, en todos los departamentos del Ejecutivo regional, lo que revertirá en la mejora de la atención y la calidad de vida, así como en la participación e información, de las personas con discapacidad.

Scroll al inicio