El 26 de abril de 1964, diez asociaciones de familiares de personas con discapacidad intelectual decidieron crear una federación estatal que las reuniera. Así nacía la Federación Española de Asociaciones Pro Subnormales (FEAPS), que en 2016 adaptaría su denominación a la nueva sensibilidad social, pasando a llamarse Plena inclusión.
Esta confederación cuenta hoy en día con 950 entidades que apoyan a más de 150.000 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo y a sus familias, desde 4.000 centros y servicios, y gracias al compromiso de 46.000 profesionales y más de 8.000 personas voluntarias, promoviendo la igualdad en el acceso a derechos fundamentales como la salud, el empleo, la educación, el ocio, la autonomía o la vivienda independiente.
El camino ha sido muy largo hasta llegar al punto actual. En 1965, al año siguiente de la creación de FEAPS, se empezó a celebrar en España, cada 26 de abril, el Día del Subnormal. Pero, afortunadamente, desde entonces, en este país no solo ha cambiado la forma de referirse al colectivo.
El movimiento asociativo de Plena inclusión pudo comenzar 2024 con una doble celebración. El arranque del año de su 60 aniversario coincidió con el inicio de la tramitación parlamentaria de la reforma del artículo 49 de la Constitución, que entró en vigor en febrero, y por la que el término “disminuidos” fue sustituido por “personas con discapacidad”.
Un avance que, Santiago Villanueva, presidente de Plena inclusión Aragón –la federación autonómica de Plena inclusión en la comunidad aragonesa- calificaba de “histórico, un hito que nuestro movimiento asociativo llevaba dos décadas reivindicando. Es una deuda que nuestra sociedad tenía con las personas con discapacidad, que llega con varios lustros de retraso. Dignifica la forma en la que las miramos, pasando de un punto de vista médico asistencial a hacerlo desde los derechos humanos”.
Pero el del artículo 49 de la Carta Magna no ha sido el único cambio relevante en estos 60 años de asociacionismo. La práctica social y las leyes ya reconocen derechos a cientos de miles de personas con discapacidad intelectual y del desarrollo (autismo, parálisis cerebral, síndrome de Down y otros síndromes), que les igualan al resto de la ciudadanía. Aunque todavía queda mucho por hacer para que esta igualdad teórica sea efectiva y se cumplan los principios reflejados en la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas.
En las seis décadas transcurridas desde el nacimiento de la antigua FEAPS, España se ha transformado, aunque “todavía quedan numerosas barreras que derribar para que se pueda decir que las personas con discapacidad intelectual y sus familias disfrutan de plena ciudadanía e iguales derechos que el resto de la población”, apunta Carmen Laucirica, presidenta de Plena inclusión España. “En este cambio, demandamos que se comprometan las administraciones públicas, instituciones y también la sociedad civil en su conjunto, porque hablamos de construir un país sin exclusiones, más digno y justo”, reclama.
En esta misma idea incide Maribel Cáceres, vicepresidenta de Plena inclusión España y miembro de la Plataforma Estatal de Representantes de Personas con Discapacidad Intelectual y del Desarrollo. “Todavía nos queda un largo trecho por recorrer para que podamos afirmar en este país que las personas con discapacidad intelectual somos ciudadanas de pleno derecho”, asegura.
Pese a ello, la conmemoración de este 60 aniversario es un momento también para hacer balance de todo lo que se ha conseguido. Para la campaña que recuerda esta efeméride, se ha elegido el eslogan ‘lo imposible se hará’, una frase pronunciada por Vicente Prats, uno de los fundadores del movimiento asociativo desde sus inicios en Valencia. Recordando el camino recorrido desde 1964, Prats enmarcó con esta expresión la esperanza y la confianza en el futuro para lograr los avances sociales y políticos que propicien una sociedad que garantice una plena inclusión de todas las personas.
Muchos de estos grandes avances en derechos se han concentrado en los últimos años. Por ejemplo, la recuperación del derecho al voto para 100.000 personas con incapacitación judicial, o la prohibición de su esterilización forzada. Incapacitación judicial que, por otra parte, se sustituiría poco después por apoyos a la toma de decisiones.
La fijación de una cuota del 2% de reserva para personas con discapacidad intelectual en las ofertas de empleo público es otro de estos grandes hitos, así como la aprobación de la Ley de Accesibilidad Cognitiva o el impulso a la figura del facilitador judicial.
En el ámbito de la participación ciudadana y la autorrepresentación, cabe destacar la creación de la Plataforma Estatal de Representantes de Personas con Discapacidad Intelectual. Un logro que en Aragón estuvo precedido, unos años antes, con la puesta en marcha de Los que no se rinden, la primera asociación formada en España exclusivamente por personas con discapacidad intelectual, que fue impulsada por Plena inclusión Aragón.
Los importantes pasos que se han ido dando en estos 60 años son sin duda motivo de celebración, pero el movimiento asociativo de la discapacidad intelectual no renuncia a seguir reivindicando mejoras en la calidad de vida de estas personas, empezando por garantizar el acceso a una vivienda digna, a una vida en la comunidad y a un trabajo decente, con los apoyos que sean necesarios.
Eliminar de la ley de dependencia el ‘copago confiscatorio’, mejorar los apoyos a las familias en ámbitos como la conciliación, la fiscalidad o las pensiones, o el acceso de la infancia con discapacidad intelectual y del desarrollo a una atención temprana intensa y universal son otras de las conquistas que figuran en el haber de este balance de 60 años de lucha por los derechos.
La celebración
A lo largo de 2024, Plena inclusión España ha preparado un programa de eventos conmemorativos, en el que destacó el Congreso Internacional sobre el Futuro del Empleo para Personas con Discapacidad Intelectual, que se celebró en Santander los días 30 y 31 de mayo de 2024, organizado junto a AEDIS y Plena inclusión Cantabria.
Pero el acto central de este 60 aniversario fue el concierto ‘Lo imposible se hará’, celebrado el 28 de abril en el madrileño Auditorio Nacional de Música, con la participación de 20 músicos con discapacidad intelectual y del desarrollo de 14 comunidades autónomas, que estuvieron acompañados por una orquesta de cámara. Ejerció como maestro de ceremonias y presentador el aragonés Alejandro García Torrubia, que recibe apoyos de Plena inclusión Aragón.