‘Nada nos para’. Con este lema, Amibil, la Asociación de Familias de Personas con Discapacidad Intelectual y del Desarrollo de Calatayud y su comarca, celebra en 2024 su 30º aniversario. Esta entidad de Plena inclusión Aragón nacía un 29 de abril de 1994, fundada, con un solo trabajador, por 14 padres y madres de Calatayud y de localidades cercanas como Ibdes, Belmonte o Villarroya de la Sierra.
Tres décadas después, Amibil cuenta con 60 empleados, 71 usuarios y 118 los socios numerarios, además de cinco honoríficos y 44 protectores. Un crecimiento que se ha visto reflejado en distintos ámbitos, como el asistencial.
La asociación comenzó prestando apoyos en el área de pedagogía y del trabajo social. Hoy ofrece una completa cartera de servicios para garantizar la atención integral a personas con discapacidad intelectual y del desarrollo.
En el ámbito social, la potencia de Amibil es indiscutible. Entre las más de 230 actividades que promueve al año entre los usuarios y sus familias, se incluyen todo tipo de actos culturales o deportivos que se organizan en Calatayud y comarca.
Este fomento de la presencia y participación de las personas con discapacidad ha hecho mucho más rica y diversa la vida social bilbilitana. Y es que, a lo largo de estos 30 años, se ha hecho ya común ver a usuarios de la entidad en actos públicos, integrados en cofradías o peñas y, sobre todo, gozando del cariño y apoyo de vecinos y amigos. Además, promueve el voluntariado, la colaboración entre asociaciones y la responsabilidad social de las empresas.
A lo largo de estos años, Amibil siempre ha impulsado grandes logros para el colectivo en el medio rural, como la atención temprana, la educación especial, con la creación del colegio Segeda y de aulas TEA, o la atención municipal a la discapacidad, entre otros.
Cada vez más presente en la sociedad bilbilitana, y con una cartera de apoyos y servicios que no deja de aumentar, Amibil ha alcanzado sus 30 años de historia con una necesidad acuciante: la de ampliar sus instalaciones.
Con 71 usuarios y una atención cada vez más especializada y personalizada, para la asociación se ha hecho imprescindible dotarse de nuevos espacios. Por ejemplo, para construir viviendas con apoyos, para atender a personas con graves problemas de conducta o para habilitar zonas verdes que sirvan de lugar esparcimiento a los usuarios.
El reto es grande, pero, como dice su lema para este aniversario, las familias necesitan seguir avanzando. Y, “como lo hacemos por ell@s, nada nos para”.