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- “Creemos que el apoyo a las familias de la infancia con discapacidad debe hacerse de forma inclusiva y en comunidad», explica Marian Ferrús, vicepresidenta de Plena inclusión España
- Inaugurado el pasado jueves por el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha y el alcalde de Toledo, en este Congreso se ha reflexionado sobre los retos de un servicio esencial para miles de familias con hijos e hijas de 0 a 6 años
España necesita que la atención temprana se garantice, desde los poderes públicos, como un servicio universal y gratuito que supla las carencias actuales y atienda a las auténticas necesidades de las familias. Esta es la demanda que se repitió, una y otra vez, en las intervenciones del Congreso Internacional de Atención Temprana (AT) que finalizó el pasado viernes en Toledo.
Organizado por Plena inclusión España y Plena inclusión Castilla-La Mancha, asistieron 550 profesionales y familiares procedentes de diferentes lugares de España, así como Europa, Estados Unidos y América Latina, que trabajan en servicios de atención temprana, dando apoyo a familias con hijos e hijas con discapacidad intelectual o riesgo de desarrollarla. En este encuentro se reivindicó la aprobación de una regulación de ámbito estatal que acabe con los distintos criterios que ahora existen en las diferentes comunidades autónomas. Esta falta de consenso dificulta el acceso de las familias con hijos o hijas con discapacidad intelectual a un derecho básico, se reiteró.
La inauguración contó con la participación del presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, entre otras autoridades. Emiliano García-Page recordó que su región ha sido pionera en aprobar una ley de atención remprana. García-Page propuso al Gobierno central que emule su ejemplo.
Marian Ferrús, vicepresidenta de Plena inclusión España, presentó el Posicionamiento sobre Atención Temprana de Plena inclusión España. Este documento reivindica también un sistema estatal que unifique criterios y garantice la prestación de un servicio público, universal y gratuito, que acabe con las listas de espera y “que debería alcanzar a todas las familias con hijos e hijas con discapacidad intelectual y del desarrollo”. Y añadió: “Creemos que el apoyo a las familias de la infancia con discapacidad debe hacerse de forma inclusiva y en comunidad».
Peggy Kemp, directora ejecutiva de la Division for Early Childhood of the Council for Exceptional Children (USA), una de las mayores expertas mundiales en atención temprana, defendió ante las asistentes la validez de las ‘prácticas recomendadas’. Con ellas se busca empoderar a las familias, siempre en colaboración con las profesionales, con el objetivo de mejorar el desarrollo y la calidad de vida de la infancia con discapacidad intelectual y del desarrollo o en situación de riesgo.
Ruth Campos y Mercedes Belinchón, de la Universidad Autónoma de Madrid, indicaron que «todo proyecto de transformación de la atención temprana debe incorporar un cambio reflexión sobre cómo entendemos el desarrollo». Marga Cañadas, profesora de la Universidad Católica de Valencia, cree que los modelos teóricos de transformación existen desde hace años. “Lo que tiene ahora una importancia central es saber trasladarlos a enfoques centrados en las familias», sostuvo.
Snezana Ilic, representante de la European Association on Early Childhood Intervention (Eurlyaid) afirmó que para mejorar la calidad de la atención temprana «debemos colaborar de modo intersectorial entre los diferentes servicios públicos. Hay que trabajar en red, como lo hacemos desde Eurlyaid, desde experiencias basadas en evidencias desde la formación y la investigación».