Familias aragonesas de menores con necesidades educativas especiales reclaman al Gobierno de Aragón más auxiliares de Educación Especial
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- Se quejan de que todos los cursos comienzan sin que Educación haya dotado a cada centro de un número suficiente de profesionales de apoyo, lo cual repercute en la organización del día a día de las familias y de los propios colegios
- Plena inclusión Aragón defiende el derecho de estos niños y niñas a recibir una educación inclusiva y de calidad en colegios públicos ordinarios, para lo cual es necesario que cuenten con un número suficiente de auxiliares de Educación Especial desde el primer día de clases
Zaragoza 20/10/2021. Plena inclusión Aragón apoya la petición de las familias aragonesas de niños y niñas con necesidades educativas especiales, que reclaman al Gobierno de Aragón una dotación suficiente de auxiliares de Educación Especial desde el primer día de curso. Transcurrido mes y medio desde el comienzo de las clases, padres y madres de varios centros públicos aragoneses de enseñanza ordinaria denuncian que todavía no cuentan con el número de profesionales que sería necesario para garantizar el derecho de sus hijos e hijas a acceder a la educación en igualdad de condiciones que el resto del alumnado, para lo cual necesitan profesionales de apoyo.
Los afectados recuerdan al Ejecutivo aragonés que su reclamación no es un capricho, sino que responde a una necesidad real de sus hijos e hijas. Y que tienen derecho a contar con dichos profesionales de apoyo, tal y como reconoce el artículo 24 de la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad, ratificada por España en el año 2008 y, por tanto, de obligado cumplimiento. También el artículo 73 de la Lomloe ampara este derecho.
Las familias lamentan que cada año ocurre lo mismo, que el curso arranca sin que se hayan asignado los auxiliares de Educación Especial que hacen falta en cada centro. Se preguntan por qué, si el Departamento de Educación conoce antes del inicio de las clases cuántos niños con necesidades de apoyo educativo hay en cada colegio, no se asignan los auxiliares previamente, como ocurre con los maestros y maestras, que están en su puesto desde el primer día de clase.
El Gobierno de Aragón responde que “la contratación de auxiliares de Educación Especial se realiza de forma directa cumpliendo las ratios establecidas, que es de un auxiliar por cada siete alumnos de manera general. Pero Educación es sensible a las demandas de los centros y estudia cada caso para conceder un profesional extra si así se estima por las características del alumnado. Es por este motivo que, en ocasiones, hay auxiliares que se incorporar más tarde. Pero la adjudicación se realiza como la de los maestros, de forma directa, a principio de curso. Los que no se incorporan entonces son porque han sido concedidos posteriormente o cuando no hay profesionales en la bolsa para cubrir los puestos”.
Sin embargo, para las familias, ahí estriba precisamente el problema, en que la concesión de estos auxiliares, si es que llega a materializarse, se concrete una vez comenzado el periodo lectivo.
Es el caso del colegio Reino de Aragón de La Puebla de Alfindén, donde el curso comenzó con un solo auxiliar contratado 25 horas semanales para atender a siete alumnos con necesidades especiales, cuando el año anterior habían contado con dos profesionales, a pesar de en el centro había matriculado un estudiante menos con este tipo de necesidades. Para este año, el centro ya solicitó en agosto a Educación tres auxiliares, tras la incorporación de Amaya, una nueva alumna de tres años con parálisis cerebral que, según su familia, “necesita atención constante”.
Finalmente, el Gobierno de Aragón concedió un auxiliar extra al Reino de Aragón a finales de septiembre, pero, aun así, las familias creen que no es suficiente.
Es el primer año que Amaya va al colegio y sus familiares nunca se plantearon matricularla en un centro de Educación Especial porque “se le hizo la valoración de discapacidad y nos dijeron que podía estar perfectamente en el colegio ordinario”, comenta Bianca, su madre. Pero, a día de hoy, sigue considerando que dos auxiliares no son suficientes para apoyar a siete alumnos, incluyendo toda un aula TEA, cuando Amaya, debido a su parálisis cerebral, “requiere apoyo continuado y la auxiliar no puede atenderla si está con cualquiera de los otros seis menores con necesidades de apoyo”, subraya Bianca.
Por otro lado, tras casi un mes de curso, el colegio de La Puebla de Alfindén por fin vio reforzada su plantilla con la incorporación de un nuevo monitor de comedor. La falta de personal de apoyo en este servicio estaba afectando de manera extraordinaria a algunas familias, incluso en el plano económico y laboral. “Es un problema muy grave para la organización de cada familia. Sin auxiliar, mi hijo no puede quedarse en el comedor, y yo no puedo trabajar a jornada completa”, denuncia Daniel, padre otro alumno del Reino de Aragón.
Las familias del colegio de La Puebla de Alfindén destacan que los profesores “hacen malabares” para poder atender a sus hijos e hijas con necesidades especiales, asumiendo muchas veces las funciones que corresponderían a los auxiliares. “Por suerte tenemos profesionales cualificados entre el profesorado que pueden atenderlos, pero es por la voluntad del personal del centro, no por la dotación de personal que facilita el Gobierno de Aragón”, señala Ana, mamá de Marcos.
Una sensación parecida tiene Sergio, padre de un niño con necesidades de apoyo educativo que asiste a clase en el colegio Puerta Sancho de Zaragoza. Su hijo, por ejemplo, vuelve a casa con el pañal cambiado gracias a que los maestros suplen voluntariamente la falta de auxiliares.
En este centro del barrio de La Almozara denuncian también la merma de auxiliares de Educación Especial con respecto a los que dispusieron el año pasado desde el primer día de clases, pese a que se han incorporado más alumnos con necesidades de apoyo. El curso pasado tenían cuatro alumnos con necesidad de auxiliar, para lo que dispusieron de dos auxiliares con contratos de 20 horas semanales cada uno, que además apoyaban a otros tres estudiantes que no tenían reconocido el derecho a ese recurso.
Este año son seis alumnos con derecho a auxiliar, pese a lo cual solo cuentan con un profesional contratado para 25 horas semanales. Sonia, mamá de un niño con trastorno grave de la conducta, afirma que su hijo necesita atención continuada. “Ya era difícil el curso pasado con dos auxiliares para menos niños, con lo que este año, con una sola auxiliar para atender a más pequeños, está siendo muy complicado”, lamenta.
El colegio Puerta Sancho ha solicitado este año un refuerzo de otro auxiliar de Educación Especial al Departamento de Educación una vez comenzado el curso. De momento, continúan a la espera.
Por su parte, el Gobierno de Aragón arguye que ha aumentado la contratación en el presente curso 2021/2022 de 388 a 416 auxiliares de Educación Especial, pasando de 9.300 horas a casi 10.000.
Las familias del alumnado con necesidades de apoyo de La Puebla de Alfindén se están “planteando” llevar al Ejecutivo autonómico a los tribunales para solventar “de una vez por todas” el problema con el que se encuentran cada inicio de curso. “Nos estamos juntando muchas familias con este mismo problema y vamos a consultar las posibilidades de reclamar por vía judicial para que año tras año no ocurra lo mismo”, apunta Daniel.
Apelarán al artículo 24 de la Convención de Naciones Unidas de derechos de las personas con discapacidad, que estipula que “los Estados Partes asegurarán que las personas con discapacidad tengan acceso general a la educación superior, la formación profesional, la educación para adultos y el aprendizaje durante toda la vida sin discriminación y en igualdad de condiciones con las demás”. También reclamarán el cumplimiento del artículo 73 de la Lomloe, que reconoce la “necesidad de dotar a los centros ordinarios de los apoyos necesarios para el alumnado con necesidades educativas especiales”.
Plena inclusión Aragón es una firme defensora del derecho de todos los niñas y niñas con necesidades educativas especiales a acceder a una educación inclusiva en centros ordinarios. Por ello, reconoce los pasos dados por el Gobierno de Aragón en los últimos años para avanzar hacia un modelo educativo más inclusivo. Pero también le recuerda que, para que esta educación inclusiva pueda materializarse, y no se quede en una mera declaración de intenciones, hacen falta más recursos económicos y humanos.
En base a estos principios, la asociación de entidades que trabajan por y para las personas con discapacidad intelectual y sus familias en Aragón, apoya las reivindicaciones de estas familias e insta al Ejecutivo autonómico a mejorar sus métodos de gestión del personal para poder garantizar el derecho de sus hijas e hijos a una educación inclusiva desde el primer día de clase.