Las empresas son el actor clave para romper la brecha entre empleo y discapacidad intelectual
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- Plena inclusión Aragón organizó el martes, en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza, una jornada para concienciar a empresas, familias y entidades sociales de la importancia de dar con un puesto de trabajo adecuado para cada persona con discapacidad intelectual
Si encontrar trabajo no es tarea fácil para nadie, aún lo es menos aún para las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. En el año 2020, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), su tasa de empleo no llegaba al 18%. Esto no significa que el 82% restante no esté en condiciones de trabajar. Muchas de ellas no computan como población activa porque nunca han tenido su primera oportunidad laboral. Otras tampoco lo hacen porque, ante sus pocas opciones, ni siquiera se han inscrito como demandantes de empleo, o bien han desistido de intentarlo.
Ante esta realidad, una de las tareas que con mayor ahínco desarrollan las entidades sociales que apoyan a este grupo poblacional es su labor en el ámbito del empleo, que no sería posible sin el respaldo del resto de la sociedad. “De hecho, una parte muy importante de nuestro trabajo es dar a conocer las capacidades que tienen las personas con discapacidad intelectual, y lo que pueden aportar a las plantillas”, afirma Irene Escobedo, técnica de inclusión sociolaboral de Plena inclusión Aragón.
Este era el objetivo de la jornada ‘La persona adecuada en el puesto adecuado’, que la asociación celebró el pasado martes en el Centro Joaquín Roncal de la Fundación CAI, en Zaragoza. En ella participaron todos los colectivos implicados en el proceso del acceso al empleo de las personas con discapacidad intelectual. Varias de ellas protagonizaron el acto, hablando de su experiencia en laboral.
También asistieron familiares, ya que su respaldo es muy importante en esa tarea de búsqueda de empleo, y profesionales de entidades sociales, cuya labor de mediación y apoyo es imprescindible. Pero este encuentro no hubiera tenido sentido sin la participación de empresas, que son las que al final tienen la capacidad romper la brecha que separa a las personas con discapacidad intelectual del mercado laboral.
“Empezamos a contratar a este perfil de trabajadores para cumplir con la ley”, confesó Marian Gil, Directora del Departamento de Talento y Mejora Continua de Levitec. “Pero luego, desde nuestros valores corporativos, nos dimos cuenta de que acompañar a quienes tienen más problemas para incorporarse al empleo es devolver a la sociedad parte de lo que nos está dando”. Ya no son una cuota, “son unos compañeros más”.
En el Grupo Osga saben que el pequeño esfuerzo que supone para las empresas ubicar a los empleados en un puesto “que se adapte a sus características” compensa, sostuvo Rebeca Palacios, técnica de la Unidad de apoyo a la actividad profesional de esta compañía en Aragón. “Es importante que cada persona se sienta cómoda en un trabajo apropiado para ella.
DIVERSIDAD Y EMPLEO PERSONALIZADO